viernes, 6 de marzo de 2015

Inquilino

Arriba, los escombros siguen circulando en costalitos que desfilan durante todo el día, mientras el ruido de los taladros continúa en su afán de acabar con la cordura de más de un vecino, y eso que ya algunos tuvieron un simulacro de ataque psicótico. La ventana, entretanto, sigue espiando las ramas viejas que se mudan de los árboles con mayor índice poblacional hacia rumbo desconocido; la imaginación asegura que se va a alguna fábrica industrializada recicladora de ramas viejas convirtiéndolas, como por arte de magia, en otros artículos de uso diario -qué ingenua. Camiones de mudanzas nos visitan con más frecuencia en estos días, sacando las chivas viejas y remplazándolas por otras, igual de viejas, pero con otros dueños; es el devenir del mundo, supongo.
Y en algún lugar hay algún inquilino preguntándose si es hora de deshacerse de algunos cientos de cachivaches, no los del departamento, sino los que en realidad estorban, los del inquilino