domingo, 11 de enero de 2009

El fin del encanto

Esa tarde, en aquel café que hace un año nos vio venir, el tiempo se detuvo por un instante, una fracción de segundo, sólo para ver qué ocurría, para atrevernos a que ocurriera. Y por un momento parecía ser así.

Esta vez no fuimos culpables o pretextos, sólo circunstancias a las que nos aferramos y que influyeron en nuestra decisión: la falta de grises en el alto contraste de mi vida y el hielo de tu glaciar. Y ninguno estuvo conforme con la conclusión de esta historia.

Por egoístas nos perdimos, y por cobardes nos despedimos... y un saco de 'hubieras' bajo el brazo.

Tú me pierdes a mí, yo te doy por perdida.

3 comentarios:

Cartoncita Rosa dijo...

Hola,

Te invito a compartir intereses y experiencias en:

www.universitariosdehoy.blogspot.com

Saludos!

mi alma dijo...

Me sigue gustando mucho cómo escribes :)

Por cierto, muy linda la onda nueva del espacio =3

Chacha dijo...

Muchas gracias, ahí andamos haciéndole la luchita.