lunes, 12 de enero de 2009

(Otra) Fábula

—Supongamos que quiero hacer amistad —dijo la tortuga.
—¿Y luego qué señora liebre? ¿Qué viene al final?

2 comentarios:

S ♪ dijo...

Leer esta gracia me produce gracia y al mismo tiempo una incognita, ¿Podremos ser siempre amigos o no de las liebres? jaja bizarro
besos :)

Chacha dijo...

No lo sé, pero siempre queda la esperanza de llegar a un punto medio.