El azar vino a tocar a mi puerta, llevaba bajo el brazo las fotos de un pasado inmediato que quemé por matar misericordiosamente al bicho del recuerdo.
Mientras yo observaba a través de la mirilla, se me ocurrió preguntar "¿quién es?" al mismo tiempo que abría la puerta, olvidándome por completo del letrero que colgaba de la manija y dice "no molestar", y que yo había colocado varios meses atrás para evitar esas visitas sorpresivas e incómodas.
Debo ser demasiado cortés... o demasiado pendejo.
2 comentarios:
Tal vez sí tenías ganas de ver quién violaba "tu regla"...
Más bien, ya sabía quién era la única persona que se atrevería a tocar a pesar del cartel.
Y esa persona sabía que, a pesar de todo, le abriría.
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