Yo confieso
a la sociedad y a ustedes hermanos,
que he fumado mucho (un chingo),
desde extra largos, sin filtro y mentolados en flip-top,
por mi vicio, por mi vicio y lo que queda de mi pulmón.
Por eso ruego a Santa María la Ribera,
al legislativo y a ustedes hermanos diputados,
que intercedan por mí ante la comisión,
recuerden que yo también tengo derecho
a causarme enfisema pulmonar por mera afición,
ya no sean tan 'ojeyes'
y exenten mi baño,
o algún cuartito en mi casa, de dos por dos,
para cuando se les ocurra otra "brillante" prohibición.
Mientras tanto, yo esperaré hasta que harte a los del pleno,
y me conviertan en una presa más de la represión.
Que así sea, por los siglos de los siglos,
y Marlboro forever...
Amén
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