lunes, 17 de marzo de 2008

Los pendientes del siglo pasado

Realmente no son del siglo pasado, pero por tanto tiempo que llevamos postergándolo, como si lo fueran.

Seño Yaja, claro que me acuerdo de su móvil y su diseño para tatuaje, espero que cuando esté por estos lares lo discutamos en compañía de un rico café (aunque al paso que vamos, terminaremos refugiándonos en una cantina de mala muerte con harto alcohol pa' aliviar los malestares estomacales que nos cargamos desde hace algunos meses).

El otro encargo, si mal no recuerdo, era su texto describiéndola. Debo confesarle que no es que ande falto de inspiración, sino que caigo en la cuenta que necesitaría cerca de 20 blogs para terminar de hacerlo y aún así me faltaría vocabulario. Y no es que sea difícil de describir o descifrar, más bien ud. engloba tantas cosas en su vida, y en la de tanta gente, que tendría que pasarle el texto en 33 novedosos fascículos publicados quincenalmente.

Aún así, y a pesar de que también prometí hacerle un libro, con ud. como mi objeto de estudio, aquí le mando este segundo intento (fallido) de su carta descriptiva:

Nombre: Alicia Penélope Gricelda Daniela Yajaira Greta San Ramón (¿se dió cuenta que ya la subí de catego?) Ramírez Escalante Montoya viuda de D'Oviedo, y dejamos un graaaan espacio en blanco para los demás apellidos, porque aparte de que no los recuerdo, en su mayoría han ido cambiado constantemente desde la primera entrega que le hice a esta.

Profesión: mujer, amiga, cómplice, psicóloga, loquera, mi gurú de cabecera, el mejor perfume en estuche pequeño, unas veces la hace de valium y otras simplemente le valium madres (y que bueno), etc.; con maestría y doctorado de vida.

Tamaño: Peque chiquita bebé, edición de bolsillo.

Generalidades (que en su caso son especificaciones muy detalladas): Es ud. pura vida y no escatima en vivir. Nació durante una posada, en una hielera de caguama y quita-pon, en la que muy seguramente sus papis estaban tan divertidos en la pachanga que, al oír el desmadre, ud. quiso salir al mundo para hacer lo propio. En algún momento, entre el primer año de vida hasta los 21, cuando le conocí, se nos aburrió de pensar como el resto de su edad y decidió adelantarse algunos eones en su intelecto. Y me imagino que de niña jamás dejó de tocar las nubes, porque hasta la fecha continúa haciéndolo sin importarle las veces que se nos ha estrellado en el suelo.
También la conocen Páez y Spinetta como "Grisel", Milanés le guardó "un breve espacio" (nadie es perfecto pero yo, de la mano de Noel, "te perdono"). Al igual que Páez yo también pienso que "tus regalos deberían de llegar" algún día. Y seguramente, más de uno no podría vivir "sin tu latido". Todos ellos debieron conocerte en un deja vú.
Algunas veces, la haces de psicólogo bajo el nombre de un señor de vecindad con una hija de lentes y pecosa llamada "la chilindrina", y otras tantas eres la señorita del (segundo) apellido que ayudó a la creación de este alter ego que se nos mata con cada mujer a su paso.
Sin duda, tú eres uno de esos amorosos de quien escribe Sabines, y una de las fulanas que inspiró a Benedetti, aunque también un "Romancero Gitano" te echó el ojo.
La mujer de la palabra prodigiosa, la frase exacta, y el comentario (no tan) amable. La que sabe cuando un "pendejo" y un "hijo de la chingada" no son ofensas, sino un mal necesario para los demás.
La niña del pastel de velas y que sabe compartirlo.

Contraindicaciones (no todo iba a ser bello ¿verdad?): Mejor conocida como "la viuda negra" (mote escupido de mi boca en varias ocasiones), y no es que sea una come-hombres ni mucho menos, más bien porque la vida la ha tenido enviudando constantemente de pena negra, y ajena.
La mujer de la noche eterna y sombría a causa de sus amores cobardes -y vaya que le salieron 'nenitas' algunos de estos tipos.
La niña ángel que le cuesta trabajo creer, a veces, que se lo merece todo.
La que se nos vuelve bruma con el final de un beso, y no porque ella quiera ser bruma, es el beso, la despedida, la que la convierte en estado gaseoso.
La de los hombres sin retorno, que la hacen sentir fuera de lugar (aunque si a mí me preguntan, son estos pendejos los que están fuera de lugar); y que hacen que se nos pierda por días, semanas, y algunos meses.

Dosis: Ya nos hace falta aquí en la inmensidad de los imecas y los abriles... también sirve la que indique el médico. Y de ser posible administre en sobredosis.

Y que tenga un bonito día Señito.

No hay comentarios: