
Por si se lo preguntaban, yo ya tengo todo el numerito más que planeado: nada de chillar en mi funeral, no sin antes echarse una ronda de vivianes —con vaso del tamaño de una agua de horchata grande de la Michocana— en mi honor; mi novena tiene que ser una bacanal de nueve días seguidos donde nadie sale de mi casa, o lugar destinado para el evento, excepto para proveer de más alcohol a los asistentes; y cuando se les baje la cruda (o mejor antes para no echar a perder las festividades) echan mis cenizas en alguna playa —por definir— de Acapulco.
2 comentarios:
Yo no pienso en eso...
De todas maneras y a raíz de lo que decís, por más que uno quiera (o no) que lo recuerden por las cosas buenas que hizo, algo malo (o cabroncito ^^) es inevitable... A mí seguro me recordarán, entre otras cosas, por lo cascarrabias que soy =D
Y seeeeh... con orgullo!! =D
Saludos :3
Tomando en cuenta mi forma de ser, lo cascarrabias tal vez sea de las cosas buenas que recuerden de mí. Já.
También con harto orgullo.
Te portas.
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