sábado, 16 de agosto de 2008

Soundtrack

La liturgia de las despedidas
la bala perdida que viene por mí,
la nostalgia que amarga la huida,
la banda sonora de lo que viví.
"La Canción de los (Buenos) Borrachos"
Sabina, Páez.


Ese maldito 'soundtrack' que nos persigue pero que nos empeñamos en armar. Porque seamos honestos -sea en CD, cassette, el casi extinto L.P., o un iPod verde de una sola 'rola'-, siempre hay una canción que nos recuerda (o hemos dedicado) a alguien o algún suceso.

No sé que tanto lo habremos tomado de las películas, o si haya sido al revés, lo cierto es que hay situaciones, en ocasiones con un 'él' o una 'ella' de por medio, que nos gusta guardar en nuestra memoria en forma de un bonito tema musical del género y artista de nuestra preferencia (aquellos que usan el reggeatón deben estar bajo el influjo de sustancias tóxicas o lo que sienten no es tan genuino). Tampoco sé que tan consciente o inconscientemente, pero nos gusta imaginarnos como el galán o la 'galana' de la película en aquella escena final de nuestro filme favorito donde, dependiendo del desenlace de los acontecimientos, la pantalla se va a negros mientras en nuestras cabecitas escuchamos esa canción (el tema, the main title) que da por concluida aquella etapa de nuestra vida -seguido de los créditos finales.

Necesitamos ese desfogue, explayar ese sentimiento que es como un perrito que tenemos que sacar a pasear -de vez en cuando- para que se no se estrese (al igual que nuestras emociones); y que mejor que hacerlo mediante esa terapia de choque que implica una canción que rememore el momento. Y no hablo de masoquismo (aunque también se disfruta de la autoflagelación, cuando uno anda en la 'depre', con música), es más de confrontar las cosas y terminar con los lastres que nos evitan continuar en este camino. También sirve para aquellas cosas buenas que ocurren en nuestras vidas, que atesoramos y que nos hacen recordar la bonanza de esos buenos tiempos. Son eso, una serie de canciones que hemos recopilado a lo largo de nuestras vidas, que nos significan algo. Puede ser el primer amor, el último, aquello que no fue, nuestro primer diente perdido, el momento de despedirnos de nuestra familia en busca de nuestro propio camino y otras cosas más. Y que hermoso es recordar todos esos -valiosos- momentos (incluso de esta forma).


Mi 'soundtrack' es de lo más variado, va desde María Dolores Pradera hasta Yoo Seung Jun.

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