Vamos a limpiar la casa,
comenzaremos por tirar a todas mis mujeres,
un nombre por cada cartucho,
un beso a cada una de ellas
y un balazo por cada campanada,
ya no me sirve su recuerdo,
es una resaca insoportable,
matémoslas, todas y cada una,
y habrá algunas que no lo merezcan,
las otras, ya no me sirven
ya no molestan, pero no respetan
adiós señoritas, hoy quiero ser feliz.
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