Hay quienes se la pasan haciéndose manualidades en sus ratos de ocio, yo disfruto haciéndome 'chachalidades'
El exquisito gusto del masoquista
Esta tendencia suicida del ser humano es bastante curiosa, divertida y digna de estudio.
Ante el peligro inminente tenemos, por ejemplo, un camión acercándose a velocidad imprudente -con un conductor no tan imprudente pero si muy' ojeis'- puesto a embestirnos y a dejar bastante mancillada la soberanía de nuestra humanidad; nuestras opciones son: a) correr y salvarse, y b) quedarnos petrificados, presas del miedo, y permitir que el camión nos deje embarrados en el pavimento. Idiotamente siempre escogemos b). Aunque habemos otros, más estúpidos, que elegimos c): ninguna de las anteriores, pero igualmente permitir que el camión nos embarre, o que mínimo nos saque un susto.
Este ejemplo burdo también sirve para ejemplificar las relaciones interpersonales: ante una persona que nos significa un peligro inminente para nuestra psique, en lugar de correr y salvarnos, terminamos embarrándonos. Habemos otros, más estúpidos, que elegimos c): ninguna de las anteriores, pero igualmente permitirnos que nos siga jodiendo la existencia y, aún así, jodernos la existencia.
Acerca de las musas
Hablando de las musas con un amigo, no pudimos evitar una pregunta importante, y posiblemente misógina: ¿En qué momento las musas dejan de ser putas y dónde comienzan a ser mujeres?
Su respuesta fue sencilla y con tintes de complejidad: las musas al ser putas, implica que son mujeres; pero no por ser mujeres son putas.
Y de las musas, ¿cuáles son las más putas?
Seguramente las que inspiran a varios.
Viejas (y malas) costumbres
El problema de acostumbrarte a las cosas, es que te malacostumbras.
Cuando te malacostumbras, es muy fácil llegar a la indiferencia.
Y una vez instalado en la indiferencia... finalmente llegas a un punto donde, simplemente, te deja de importar.
Suicidio Kitsch
Harakiri con pluma multicolor
imitación de bugambilia
suicidio ‘kitsch’.
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